En todo hogar abundan los elementos textiles que aportan estética, como por ejemplo, las cortinas. ¿Cuál es el secreto para conservarlas impecables? Estas pueden ser el repositorio de una variedad de partículas indeseadas como cabellos, polen y restos de humo de cigarrillos. Por consiguiente, si tu objetivo es lograr una limpieza integral en tu vivienda, es esencial atender también a las cortinas. Cabe destacar que cada una demanda un procedimiento de lavado y secado específico, de acuerdo al tipo de tela del que están hechas, por ello, nuestro primer consejo es revisar y seguir las instrucciones facilitadas por su fabricante.

Las cortinas no sólo enriquecen la estética y brindan calidez a los espacios, sino que además cumplen funciones prácticas al proteger nuestras habitaciones de la luz solar y otorgarnos un toque de privacidad en nuestro hogar. Lamentablemente, en superficies de tejido tan amplias es común la aparición de manchas. Podría ser necesario lavar tus cortinas con cierta regularidad, quizás más de una vez al año. No obstante, como alternativa al lavado frecuente, es posible hacer uso de la aspiradora periódicamente con el fin de erradicar polvo, polen, cabellos, pelos de mascotas y otros tipos de suciedad. Esta técnica dilatará los intervalos entre lavados y mantendrá tus cortinas con una apariencia fresca y duradera.

Es crucial seguir meticulosamente las indicaciones proporcionadas por el fabricante, a menudo localizadas en la etiqueta interior, para evitar cualquier daño en la tela durante el proceso de limpieza. Acostúmbrate a implementar estrategias de aseo con la frecuencia adecuada, por ejemplo, cada quince días.

Las cortinas, esos componentes estéticos que frecuentemente se camuflan en tu hogar. Se fusionan tan bien con el entorno que terminas por ignorarlas, al punto de que… ¿recuerdas cuándo fue la última vez que las limpiaste?

Ubicadas frente a las ventanas y compuestas por tejidos, las cortinas son uno de los espacios predilectos para la acumulación de polvo y ácaros. De ahí la importancia de incluir su limpieza como una tarea habitual, tan esencial como sacudir los muebles o pasar la aspiradora por el piso.

Y ya que mencionamos la aspiradora… ¿Te has percatado de que este aparato puede convertirse en un gran cómplice para la higiene de tus cortinas? Aunque es recomendable lavarlas en la máquina una vez al año (siempre que el material lo permita), para el cuidado diario sugerimos pasar la aspiradora por las cortinas.

Podrás aspirar tus cortinas de manera práctica y sencilla usando la herramienta especial para telas de nuestro equipo de aspirado, ajustándolo a una potencia suave. Te sugerimos efectuar pasadas verticales, desde el extremo superior hasta el inferior, asegurándote de cubrir completamente la cortina. Debido al poder de succión de nuestros aspiradores, eliminarás eficazmente el polvo y los ácaros que se depositen en tus cortinas.

Selección de las caracteristicas de las mejores aspiradoras para limpiar cortinas

Con los aspiradores EVVO dispones de distintas alternativas:

  • El aspirador trineo, con el cual conviertes tu hogar en un bastión contra el polvo y los agentes alérgenos merced a su avanzada tecnología UltraAllergy. Este modelo reúne la eficacia de los filtros de última generación, la bolsa PowerProtect y una hermeticidad higiénica superior, convirtiéndose en la opción predilecta para los afectados por alergias. En su panel de control, este aspirador muestra el símbolo de unas cortinas en el selector de potencia, facilitándote la elección correcta para cada tarea de limpieza.

  • El aspirador sin cable, el cual te brinda la posibilidad de limpiar sin ataduras y alcanzar resultados impecables en distintas superficies de tu residencia. Si requieres higienizar cortinas o muebles tapizados, te será esencial el conjunto de utensilios adicionales. Este modelo incluye una correa ajustable para que puedas llevar el aspirador en la espalda y efectuar la limpieza de cortinas de una manera confortable. Recuerda utilizar el accesorio especial para tapicerías 😉

Cómo limpiar y aspirar las cortinas paso a paso

Para un aspirado eficaz de tus cortinas, lo idóneo es emplear un accesorio especializado para textiles y tapicería de la aspiradora. Esto garantizará la preservación de la calidad y apariencia original de las telas. ¿Dispone tu aspiradora de un accesorio para rincones y recovecos? Como solución rápida y sin necesidad de un extenso lavado, puedes envolver la boquilla con un pañuelo delicado y fijarlo con un elástico, para el caso en que no cuentes con un cabezal apropiado para tejidos, tapicerías y mobiliario.

Uso de la aspiradora

Cuando enfrentes la lucha contra el polvo y los diminutos ácaros, una aspiradora robusta que incluya un accesorio especializado para tejidos y tapizados podría ser la solución para la higiene de tus cortinas. No obstante, para garantizar una limpieza impecable, opta por un dispositivo de aspirado que conjugue fuerza y practicidad tanto en peso como en manejo. Puede ser necesario emplear escalones o un escabel para alcanzar partes altas de las cortinas, por lo cual, asegurar una operación segura implica tener tus manos desocupadas. Prefiere un aditamento de cepillo delicado para erradicar el polvo adherido y la mugre tenaz, y procura una limpieza periódica para conservar las cortinas libres de partículas e impolutas.

Sacudida energética de las cortinas

Mediante el uso de una escalera (y alguien que la estabilice), asciende hasta la cúspide de las cortinas y agítalas vigorosamente, comenzando cerca del soporte o barra. Esta acción hará que se desprendan aquellas partículas de suciedad y polvo más adheridas, aunque a continuación necesitarás aspirar el suelo cercano para eliminar los residuos.

Peinado de las fibras

Determinadas clases de cortinas pueden ser propensas a acumular polvo y fibras de tela, comúnmente conocidas como pelusa, que incluso el aspirado no puede eliminar por completo. Si notas restos de pelusa después del aspirado, usa un rodillo específico para ellas o un cepillo adecuado. Para un resultado exhaustivo, haz que alguien extienda las cortinas de manera tensa y alisada.

La efectividad del vapor

Si detectas que tus cortinas tienen aspecto graso o presentan manchas desagradables, un mero aspirado no será suficiente. Pero no es necesario descolgarlas para su limpieza, puedes desvanecer las manchas mientras permanecen colgadas, gracias al poder higienizante del vapor. Utiliza un limpiador a vapor portátil con un accesorio para tapicería para desprender las manchas y la suciedad con esfuerzo mínimo. Aplica ligeras pasadas verticales del cabezal del limpiador a vapor para penetrar las fibras sin saturarlas. Atiende pequeñas áreas consecutivamente para garantizar la limpieza uniforme de cada centímetro, pero ten precaución de configurar el vaporizador en su intensidad más leve.

Este procedimiento de higiene es particularmente útil para cortinas de grosor considerable confeccionadas en fibras naturales.

Nota: Antes de emplear vapor para la limpieza de tus cortinas, siempre verifica las instrucciones del fabricante ya que podrías causarles daño si no se siguen las recomendaciones.

Desodorización de las cortinas

Un depurador a vapor de calidad debería neutralizar la mayoría de los olores desfavorables en las cortinas. Aun así, si persiste algún aroma indeseado, podrían ser necesarias medidas suplementarias. Por ejemplo, emplear un desodorante específico para tapicería en spray es perfecto para conferir a las cortinas un olor fresco y limpio. Para revitalizar el ambiente cercano, coloca sobre el alféizar una mezcla de bicarbonato y unas gotas de tu aceite esencial preferido.

Limpieza de las ventanas precisa

Es común que las cortinas se manchen o ensucien al limpiar los cristales que ellas cubren. Previene la duplicación de tareas de limpieza rociando un paño en vez de aplicar el producto directamente sobre el vidrio. Si no, los limpiadores, la grasa y otras impurezas pueden salpicar y adherirse a las cortinas.

Aireación de las cortinas

Proporcionar un flujo constante de aire fresco a tus cortinas es vital, tanto después de sus respectivas limpiezas como regularmente a lo largo de la semana. Esto no solo disuade la aparición de malos olores, sino que además contribuye a evitar la formación de moho.

Antes de proceder a la limpieza y aspirado, es crucial conocer los detalles del material y el diseño de tus cortinas.

Descubre cómo debes limpiar tus estores

Antes de comenzar, es imprescindible que tus manos estén impolutas, incluso es aconsejable el uso de guantes para proteger tanto tus manos como el tejido. Con los insumos preparados, damos inicio al proceso. El primer paso involucra emplear una aspiradora de potencia moderada que deslice suavemente por la extensión del estor. Una vez que lo tengas completamente plegado, procede a la limpieza detallada de cada sección con un paño ligeramente húmedo y delicadeza. A medida que avanzas en la tela, puedes ir desenrollando gradualmente el estor y proseguir con el aseo de la zona. ¿Has completado la limpieza de un lado? Ahora es el turno para aplicar el mismo cuidado al revés del tejido.

Un consejo útil y efectivo es prevenir la acumulación excesiva de polvo en las cortinas verticales, lo cual puede complicar la tarea de limpieza independientemente de la técnica usada. Para combatir esto, es preferible realizar aspiraciones secas periódicamente en los estores, haciéndolo siempre a suave potencia y siguiendo una dirección de arriba hacia abajo para no perjudicar ni los tejidos ni los mecanismos.

Cuando aplicamos este procedimiento en cortinas verticales, activamos el aspirador mientras estén completamente desplegadas; luego, giramos las lamas para deshacernos del polvo en la cara restante que aún no ha sido tratada.

Una alternativa que puede reemplazar o complementar el uso de la aspiradora, es recurrir a paños húmedos y trapos de microfibra, junto con una ligera solución de jabón para eliminar el polvo de los estores. Tras aplicar el producto, permite que se sequen al aire libre. De esta manera, obtendrás un resultado impecable, un aspecto renovado y lo mejor de todo, sin gastar ni un céntimo en tintorerías ni realizar la tediosa tarea de desmontarlos.