Conoce cómo saber la dureza del agua para lavavajillas de la mejor manera, ya que la dureza del agua suele tener un gran impacto en el funcionamiento y la vida útil de un lavavajillas. Por ello, es importante conocer a plenitud a que se refiere el termino dureza del agua, cómo puede afectar al lavavajillas y qué debemos hacer para que este funcione perfectamente y dure muchos años.

En la mayoría del territorio español el agua contiene una gran cantidad de cal y minerales, que pueden afectar el correcto funcionamiento del equipo, por ello es vital, conocer de qué manera podemos protegerlo y así beneficiarnos de gastos innecesarios que puedan afectar negativamente el presupuesto familiar.

¿Qué se conoce como la dureza del agua?

Es posible que en algún momento escuchamos este término, sobre todo en aquellas personas que usan lavavajillas , la dureza del agua se refiere a la concentración de minerales que se encuentran disueltos en el agua, específicamente de sales como el magnesio y el calcio, los cuales se disuelven en el agua cuando pasan por depósitos de yeso, caliza, dolomita u otros minerales, que contienen una alta concentración de carbonato de calcio y magnesio.

Normalmente la cal es la causante de que los electrodomésticos dejen de funcionar correctamente, ocasionando que la vajilla e incluso la ropa, no tenga los resultados deseados después de lavarlos, lo cual es notorio, por ejemplo, en las copas de cristal cuando se observan manchas blancas en ellas.

¿De dónde viene la dureza de agua?

La dureza del agua en líneas generales de forma por la cantidad de iones de compuesto de magnesio y calcio que se encuentran en la composición de la roca y que forman parte de la geología propia del terreno por donde se origina y circula el agua.

El agua en su camino, ya sea mediante el recorrido que hace por el curso de un rio o por infiltración de un terreno acuífero subterráneo, el agua en su paso va recogiendo sales de calcio y magnesio que se encuentran en las rocas, por lo tanto, cuando el agua pasa por estos terrenos calcáreos, va aumentado el contenido de carbonato cálcico provocando con ello que el agua tenga mayor dureza. En el caso de los terrenos ricos en granítico, el efecto es inverso, pues en ellos el agua no tiene dureza.

La dureza del agua forma la cal y esta es la responsable del deterioro de los electrodomésticos, debido a que el agua que pasa por las tuberías ya tiene cal, la cual sumada a la que ya existe por el paso del tiempo, produce que esa cal se incrusta en los equipos pues se acumula en ellos cada vez que se usa; provocando el deterioro de los electrodomésticos además de que la vajilla o la ropa cuando se lava no salga limpia; normalmente podemos darnos cuenta de ella cuando observamos en la vajilla o en las prendas de vestir algunas manchas blancas.

Por ello es necesario averiguar la dureza del agua del lugar donde habitamos para posteriormente adoptar un método que permita modificar el agua para que el lavavajillas no se afecte.

Tipos de agua dura

El agua dura normalmente se divide de la siguiente forma:

  • Temporal o carbonato.
  • Sin carbonato o permanente.

De acuerdo con el valor de la dureza mediante el conocimiento de los indicadores que lo determina, podremos conocer el tipo de agua dura que existe; la siguiente tabla, puede suministrar una idea más clara respecto de su dureza:

  • Agua muy suave: de 0 a 4 °dH.
  • Agua suave: De 5 a 8 °dH.
  • Agua medio dura: De 9 a 12 °dH.
  • Agua bastante resistente: De 13 a 18 °dH.
  • Agua dura: De 19 a 30 °dH.
  • Agua extremadamente resistente: Mayor de 30 °dH.

Tomando como referencia la cantidad de mg/l de carbonato de calcio que poseen, podemos clasificarla de la siguiente manera:

  • Blandas: Aquellas que contienen menos de 50 mg / l de carbonato cálcico.
  • Duras – intermedias: las que se encuentran entre 50 – 100 mg / l de carbonato cálcico.
  • Duras: Las que están entre 100 – 200 mg / l de carbonato cálcico.
  • Muy duras: Aquellas que contienen más de 200 mg / l de carbonato cálcico.

Dureza del agua en las regiones de España

Existen algunas zonas de España donde el agua es muy dura, por lo cual los grifos no se encuentran 100 % limpios con poco tiempo de uso, lo cual puede llegar a dañar seriamente tuberías y disminuir considerablemente la vida útil de algunos electrométricos.

Para evitar que, por ejemplo, el lavavajillas o la lavadora puedan deteriorarse en menor tiempo, es necesario ajustar ciertos parámetros en ellos, para de esta manera conseguir que la cal no los afecte.

En función de esta realidad, se hace necesario conocer la dureza del agua en cada zona del país, para aplicar las medidas necesarias y evitar cualquier inconveniente en la salud y en los equipos; tomando como referencia la dureza del agua y las zonas donde se encuentras, podemos clasificar el país de la siguiente manera:

  • Muy blanda: Madrid, Ávila y Segovia.
  • Blanda: La Coruña, Burgos, Lugo, León, Palencia, Orense, Salamanca, Guipúzcoa, Cantabria y Zamora.
  • Dura: Barcelona, Albacete, Cáceres, Cuenca, Ceuta, Guadalajara, Huelva, Melilla, La Rioja, Murcia, Tarragona. Zaragoza y Valencia.
  • Dura intermedia: Badajos, Cádiz, Vizcaya, Córdoba, Granada, Gerona, Las Palmas, Huesca, Lérida, Santa Cruz de Tenerife, Navarra, Sevilla, Soria, Valladolid, Álva y Teruel.
  • Muy dura: Alicante, Ciudad Real, Castellón, Jaén, Toledo, Islas Baleares y Málaga.

¿Cómo se determina la dureza del agua?

Existen una gran cantidad de métodos para determinar la dureza del agua, la mayoría de los que aplican las personas no dan 100 % de exactitud, sin embargo, pueden llegar a ser bastante útiles para conocer el estado del agua y tomar las previsiones necesarias para evitar que los equipos se deterioren en menor tiempo.

Estudios de masa

Para realizarlo se necesita contar con dos recipientes exactamente iguales que tengan volúmenes idénticos y una báscula de cocina; lo primero que debe hacerse es pesar cada uno de ellos para posteriormente llenarlos de líquido de diferentes fuentes, una vez realizado este procedimiento se vuelven a pesar para determinar la dureza del agua, basándose en la premisa que a menor peso final más suave será el agua que se consume.

Jabonar

Es un método sencillo y uno de los más aplicados, aunque no tenga un 100 % de efectiva, la mayoría de las personas optan por el debido a que solo se necesita sumergir las manos en agua tibia y usar una barra de jabón para la ropa y una esponja para el caso de usar cualquier tipo de detergente que se tenga en casa.

Para realizar la prueba se sumergen las manos en agua tibia y una vez que se encuentran ben mojadas se produce a jabonar la pastilla, en el caso de que la misma pueda jabonarse ligeramente o que el detergente que se vierta sobre una esponja de poca espuma, se concluye tomando el resultado como base que el agua es dura.

Esperar

Este experimento debe realizarse en un par de días sin ningún esfuerzo, para ello se coloca agua del grifo en cualquier envase de cristal y se deja en un lugar seco y oscuro, pasados 2 o 3 días aproximadamente se observa el color del líquido; si el agua que inicialmente tenía un tono claro permaneció de la misma manera y no tiene ningún olor, entonces se concluye que el agua es suave; caso contrario la presencia de cualquier tipo de sedimento y un olor desagradable determina que el agua es dura.

Tiras de prueba

Son tiras reactivas que muchos fabricantes incluyen con la compra de los lavavajillas. Para realizar la prueba se deben sumergir en agua del grifo durante un tiempo de 1 a 3 segundos aproximadamente; una vez retiradas del envase que contiene el agua, las mismas arrojaran un color, que deberá buscarse en la tabla especial de la tira y este indicará el grado de dureza del agua.

Medidor TDS

Es un dispositivo que permite medir el indicador exacto del nivel de dureza del agua que sale en el grifo, es bastante costoso, pero bien merece la pena tenerlo.

¿Qué consecuencias trae la dureza del agua?

Mientras el agua tenga mayor dureza, mayor cantidad de minerales incluye, es decir, al agua contiene mayor cantidad de cal, lo cual a corto y mediano plazo podría presentar los siguientes inconvenientes:

  • El agua del grifo tiene mal sabor : La dureza del agua debido a la cantidad de cal y minerales que contiene puede modificar considerablemente el sabor del agua.
  • Causa problemas en la piel : Cuando se tiene contacto prolongado con el agua que contiene demasiada cal, puede provocar problemas en la piel como sequedad excesiva, irritabilidad e incluso obstrucción de los poros. Se pueden presentar otros casos que deben ser tratados por especialistas como dermatitis crónica o sequedad del cabello.
  • Tuberías obstruidas : Debido a que la cal se acumula con el paso del tiempo produce una reducción considerable del diámetro de las tuberías, lo que genera una menor presión de agua y por la suciedad acumulada con el paso del tiempo podría obstruir un gran porcentaje de la tubería.
  • El rendimiento de los electrodomésticos se afecta: Se reduce el rendimiento debido a la presencia de la cal, lo cual disminuye considerablemente la vida útil del equipo, como por ejemplo el lavavajillas o la lavadora, donde pueden crearse manchas y obstrucciones que dañen parcialmente el equipo con el paso del tiempo.

¿Cómo afecta el agua dura al lavavajillas?

Cuando el agua que fluye por las tuberías es dura y tiene exceso de cal, se tendrá como resultado que la vajilla de cristal después de lavarse salga blanca, por lo que se necesita usar una mayor cantidad de detergente, para producir mayor cantidad de espuma y con ello conseguir una mejor limpieza, lo que se traduce en un mayor gasto mensual.

De igual manera, la cal se ira acumulando en las tuberías provocando que la presión de agua disminuya, lo que traería como consecuencia, que el lavavajillas pueda averiarse debido a que no funcionaría correctamente.

Por ello lo que se recomienda para aquellas zonas donde al agua es dura, es usar sal especial para lavavajillas, para que el agua pueda ablandarse, logrando con ello un correcto funcionamiento del equipo.

Sal regeneradora

Todos los lavavajillas están perfectamente equipados con un intercambiador de iones, el cual tiene la finalidad de ablandar el agua; este dispositivo funciona con una resina que contiene iones de sodio, los cuales, al entrar en contacto con el agua dura, logran atraer los iones de calcio y magnesio haciendo que el agua se suavice.

Para mantenerlo es necesario usar sal regeneradora, la cual está indicada en las instrucciones de uso del equipo, pues cada modelo de lavavajillas usa una específica, lo que hace la sal es además de evitar que la cal ensucie la vajilla, evita que la misma se incruste en los circuitos y puedan dañarlos a corto o mediano plazo.

Dependiendo del modelo, el mejor momento para echarle sal descalcificadora es antes de poner el lavavajillas para aprovechar de eliminar en el ciclo del lavado, cualquier resto de sal que haya podido quedar fuera del depósito y así conservar el equipo y lograr que funcione correctamente por mucho tiempo.

Descalcificador del lavavajillas

Debido a que el agua dura puede con el tiempo corroer los circuitos y reducir la eficiencia del lavavajillas hasta en un 10 % es necesario usar correctamente el descalificador del equipo, el cual se encuentra en la base del equipo; este recipiente contiene bolitas de resina que se encargan de intercambiar cationes de calcio por cationes de sodio.

Estas bolas de zeolitas deben regenerarse cada cierto tiempo, pues se sobresaturan y no transforman los cationes de calcio y magnesio, para realizar este proceso lo ideal es introducir sal diluida en agua por el descalificador para que las bolas de resina se limpien correctamente.

Esta es la razón por lo que todos los lavavajillas tienen un depósito que debe rellenarse con sal para lavavajillas de manera que se eviten las impurezas del agua dura y con ello prolongar la vida útil del equipo, además de obtener vajillas de cristal limpias y relucientes.