Conoce cuál es la temperatura ideal de un refrigerador, pues, a veces, cuando adquirimos un nuevo electrodoméstico, no estamos muy seguros de su funcionamiento. Por más que venga con un manual de instrucciones, a veces las cosas no son tan claras como se dicen en dicho manual.

Los frigoríficos son una parte fundamental en las cocinas de las casas en prácticamente cualquier parte del mundo.

Uno de los factores más importantes y que debemos vigilar es la temperatura a la que estarán los alimentos dentro del frigorífico.

Altas temperaturas pueden llegar a perjudicar los alimentos que coloquemos dentro y, por otro lado, muy bajas temperaturas (muchas veces innecesarias) pueden llegar a elevar considerablemente la factura de la luz que pagamos cada fin de mes.

Es por esta razón que, a continuación, vamos a comentar algunos puntos importantes que nos ayudaran a entender la temperatura ideal a al que colocar nuestro frigorífico.

¿Por qué es importante controlar la temperatura de nuestro frigorífico?

Quizás la lógica nos dice que, a menor temperatura, más provecho podremos sacarle a nuestro frigorífico.

La realidad, como siempre, es un poco más complicada que eso. Cuando hablamos de controlar la temperatura de nuestro frigorífico no solo nos estamos refiriendo al hecho de mantener en un estado óptimo diferentes tipos de alimentos; también nos referimos al hecho de ser eficientes.

El problema es que el frigorífico consume una determinada cantidad de energía y, al final del mes, nuestra factura de la luz va a reflejar el gasto de este aparato.

Si bajamos las temperaturas a los niveles más bajos que nos permita el frigorífico, igual lo que estamos logrando es simplemente hacerlo trabajar más de la cuenta, haciendo que nuestro consumo eléctrico se dispare y, por tanto, al final de mes tendremos que pagar mucho más dinero.

No necesariamente tenemos que mantener nuestro frigorífico a las temperaturas más bajas. Primero que nada, prácticamente ningún alimento necesita estar a semejantes temperaturas y, segundo, la idea es ser eficientes en lo que respecta al consumo, aprovechándonos, precisamente, de que los alimentos no necesitan estar a tan bajas temperaturas.

Para que nos hagamos una idea, mantener nuestro frigorífico funcionando durante todo un mes con una temperatura un grado por debajo de lo recomendado, podremos estar aumento el gasto eléctrico en un 10 %.

Esto puede ser un incremento bastante grande para nuestra factura de luz, por lo que es importante que sepamos controlar muy bien los niveles a los que le estamos pidiendo trabajar a nuestro aparato.

Como siempre, lo mejor que podemos hacer en caso de dudas en consultar el manual de instrucciones del equipo en caso de que no tengamos claro cuál debería ser la temperatura correcta a la que debemos configurarlo. Y, como siempre, existe un margen de temperaturas en el cual podremos llegar sin tener que preocuparnos de gastar excesiva energía.

¿Cuál es la temperatura ideal a la que deberíamos colocar nuestro frigorífico?

Cuando hablamos de la “Temperatura idealde nuestro frigorífico podremos llegar a encontrar todo tipo de afirmaciones.

Mucha gente dirá que existen estudios, expertos o compañías que aseguran que cierto rango de temperaturas es el adecuado; otros simplemente se guiaran por su instinto y colocaran la temperatura que consideren correcta.

A la hora de la verdad, la respuesta a esta pregunta es siempre la misma: depende. Tengamos muy presente que no todos los modelos de frigoríficos son iguales; no todos funcionan con la misma potencia ni están pensados para tener las mismas funciones, por no mencionar que no todos tienen el mimo tamaño.

Todo esto puede influir bastante a la hora de ayudar a determinar el nivel de temperatura ideal para que nuestros alimentos se conserven en el mejor estado posible.

Para que nos hagamos una idea, ciertas marcas como LG, recomiendan que la temperatura del frigorífico se mantenga en un rango de entre 2 y 8 grados centígrados. Sin embargo, AEG recomienda que la temperatura se situé entre los 3 y 5 grados centígrados.

Como podemos ver, no siempre hay un consenso. Esto quiere decir que, al final del día, lo que mejor podemos hacer (además de seguir las recomendaciones de las empresas más importantes del sector) es consultar el manual del uso del frigorífico en donde, muy probablemente, se nos informara de las temperaturas a las cuales debemos mantener el modelo de frigorífico que hemos adquirido.

Una cosa importante a la que no debemos dejar pasar por alto es el hecho de que las estaciones pueden obligarnos a justar un poco los niveles de temperatura de nuestro frigorífico.

En las épocas de invierno, lo ideal es bajar la potencia lo más posible para evitar que ocurran congelaciones dentro de nuestro frigorífico.

Por otro lado, en las épocas más calurosas podremos llegar disminuir un poco más las temperaturas para poder, precisamente, combatir las altas temperaturas típicas de las épocas de verano.

¿Qué hacer con la temperatura del congelador?

Las temperaturas a las cuales debemos mantener nuestro frigorífico no son las mismas que debemos tener en nuestro congelador. En términos generales y como una forma de guiarnos, los congeladores deberían mantener a unas temperaturas de, más o menos, -18 grados centígrados.

Esto no quiere decir que no tengamos cierto margen a la hora de establecer una temperatura. Por norma general, podemos ubicarnos entre los -15 y los -22 grados centígrados.

La razón detrás de esto se debe a que es en el congelador donde guardamos las carnes y pescados, lo que nos condiciona a la hora de establecer una temperatura que haga que este tipo de productos puedan mantenerse sin perder sus propiedades durante un cierto periodo de tiempo.

Una ventaja relacionada a la carne es que, a temperaturas tan bajas (-18 grados) la gran mayoría de las bacterias y parásitos mueren, por lo que no tendremos que preocuparnos de, por ejemplo, el famoso toxoplasma. Y lo mismo ocurre con otros alimentos como el pescado.

Si estamos buscando comer pescado crudo (tipo sushi) debemos tratar de mantener nuestro congelador a temperaturas de -20 grados centígrados o menos para asegurarnos que todos los parásitos y bacterias que suelen estar en el pescado mueran y no tengamos ningún peligro a la hora de comerlo.

Un problema típico de las bajas temperaturas es la formación de hielo o escarcha en algunas zonas del congelador.

Para la suerte de todos, muchas neveras de la actualidad cuentan con una tecnología denominada como No Frost que está diseñada, precisamente para ayudarnos a evitar esta acumulación de hielo en alguna zona del congelador.

Muy importante, esta tecnología no solo funciona para el congelador, también previene la formación de escarcha en el frigorífico en caso de que lo hayamos configurado para tener temperaturas muy bajas que puedan llegar a dar lugar a la formación de hielo o escarcha en la parte interior.

¿Cómo podemos seleccionar la mejor temperatura en nuestro frigorífico?

Si el modelo que tenemos es muy viejo, normalmente tendremos que buscar dentro del propio frigorífico lo más parecido a una rueda.

Esta es la que nos permitirá tener acceso al termostato y podremos regular con cierta precisión la temperatura que creamos conveniente para nuestro frigorífico (esto también incluye a la zona del congelador, en caso de que contemos con un modelo que cumpla con ambas funciones).

Ahora bien, con el avance de las tecnologías, las neveras han logrado implementar diferentes formas para hacer mucho más sencillo el proceso de controlar la temperatura.

Esto especialmente útil cuando debemos estar al tanto de las estaciones pues, las altas (o bajas) temperaturas del exterior pueden hacer que tengamos que regular la temperatura de nuestro frigorífico.

Muchos modelos de la actualidad vienen equipados con un mando de control digital que nos permite, de una forma muy precisa, colocar una determinada temperatura en el interior del frigorífico en función de nuestras necesidades.

En la mayoría de los casos, simplemente tendremos que seleccionar el botón para activar la consola del frigorífico que nos dará acceso al control de temperatura.

Una vez aquí, simplemente tenemos que seleccionar la temperatura que creamos conveniente y luego el sistema interno se encargara de ajustar el compresor del frigorífico para lograr la temperatura deseada.

Es importante que tengamos clara una cosa, en los frigoríficos más antiguos, los que hacen uso de una rueda de control, con lo que vamos a encontrarnos es con una escala que va del 1 al 10. En estos casos, el numero significa la intensidad, siendo 1 el equivalente a las temperaturas más altas y 10 el responsable de darnos las temperaturas más bajas.

Si, esto quiere decir que en estos modelos más antiguos era más difícil medir con exactitud la temperatura a la que se encontraba el frigorífico.

Consejos que nos pueden ayudar a mantener una buena temperatura en nuestro frigorífico

Muchas personas ignoran que mantener la temperatura dentro de nuestro frigorífico puede llegar a ser una tarea que no solo depende de cómo este ha sido ensamblado, el modelo y que números colocamos en el panel que se encarga de controlar la temperatura.

La realidad es que, como siempre, el uso que le damos a los aparatos afecta muchísimo a su rendimiento.

Es por esta razón que, si lo que queremos es no solo **mantener una buena temperatura dentro del frigorífico **(evitando que algunos alimentos se dañen), sino también alagar la vida útil de nuestro aparato, hay una serie de consejos que podemos seguir que nos vendrán de maravilla a la hora de hacer uso de este tipo de electrodoméstico.

Es importante que no dejemos la puerta abierta por periodos de tiempo muy largos

Uno de los escenarios más comunes en una cocina es cuando debemos organizar los alimentos dentro de nuestro frigorífico.

Organizar lo comprado en el supermercado tiene un detalle que muchas personas pasan por alto: mantener la puerta abierta del frigorífico por mucho tiempo no es bueno.

Lo que ocurre aquí es que, al estar la puerta abierta por tanto tiempo, la temperatura dentro de este termina bajando, pudiendo llegar a tardar un tiempo en recuperarla, lo que significa que algunos alimentos (especialmente aquellos bastante sensibles a los cambios de temperatura) pueden llegar a estropearse.

Lo mejor que podemos hacer es, antes de colocar nada dentro, tener muy bien ordenados los alimentos para que sea más fácil colocarlos dentro del frigorífico.

Esto no solo nos permitirá tener un mejor orden, también consumiremos menos energía al no perjudicar el equilibrio de temperatura que se encuentra dentro del electrodoméstico.

No debemos poner comida caliente dentro del frigorífico

El problema con la comida caliente que guardamos en nuestro frigorífico es que puede ocasionar un cambio en la temperatura dentro de este.

Esto no solo puede hacer que tengamos un consumo mayor de energía por parte del electrodoméstico (será necesaria más energía para restablecer la temperatura), sino que también podremos comprometer otros alimentos a descomponerse debido al desajuste en la temperatura, recordemos que algunos alimentos son bastante sensibles a estos cambios.

La mejor opción es esperar a que eso que estamos pensando colocar dentro del frigorífico baje considerablemente su temperatura. Lo mejor es esperar a que llegue a estar casi a temperatura ambiente.

Organizar los alimentos dentro del frigorífico puede ayudarnos a gestionar mejor la energía de este

Aunque esto parezca una tontería, el mantener un frigorífico correctamente organizado puede ayudarnos no solo a la hora de encontrar más fácil un alimento en concreto, también puede darnos la posibilidad de aprovechar mejor el consumo energético del electrodoméstico.

Algunos alimentos requieren de una mayor refrigeración que otros, por lo que podemos aprovecharnos de esto para colocarlos en las partes más inferiores y asegurarnos de que se encuentren a la temperatura más baja posible.

Descongelar los productos en el frigorífico

Cuando lidiemos con los productos congelados (ya sea recién comprados o sacados de nuestro propio congelador) una forma de aprovecharlos es no dejarlos descongelar a temperatura ambiente.

En lugar de esto, podemos colocarlos dentro de nuestro frigorífico para aprovechar, en este caso, la diferencia de temperatura, haciendo que el electrodoméstico tenga que trabajar menos y, por tanto, podremos ahorrar un poco en lo relacionado con el consumo eléctrico.