El filtro de tu secadora puede ser el causante de las pelusas en tu ropa.

La secadora es tu fiel ayudante cuando no tienes tiempo para tender tu ropa o cuando el clima no acompaña, o simplemente, porque quieres secar tu ropa de manera más fácil y rápida. Algo en lo que no pensamos normalmente, es que el cuidado de este electrodoméstico, está relacionado con los resultados de tu secado e inevitablemente, de tu ropa. 

El proceso de acumulación de pelusas es paulatino y progresivo, además que es muy difícil saber qué pasa dentro de la secadora. Por ello, muchas veces pensamos que con vaciar el filtro del agua y retirar las pelusas de la rejilla, estamos haciendo un buen uso y mantenimiento de la secadora, pero estamos equivocados

La pelusa se genera cuando la secadora absorbe la humedad y el agua de la ropa, y esta la desprende. Estas pelusas se adhieren en los tubos del respiradero y se acumulan en los recovecos de la secadora. Cuando finaliza el programa de secado, la secadora es uno de los causantes más probables de incendio, en accidentes domésticos. 

Si quieres eludir estos acontecimientos, debes hacer un mantenimiento y hacer diferentes cuidados, para prevenirlos. Por lo que no te puedes quedar en la superficie, y solo quitar las pelusas del compartimento y ver cuáles son los tubos de escape de ventilación de la secadora, debes ir más allá; pero esto, aunque te conlleve más esfuerzo y tiempo, los beneficios valdrán la pena, ya que, evitando la acumulación de pelusas, tu proceso de secado será más corto y, en consecuencia, tu ropa se secará más rápido, además que tu hogar será un lugar más seguro:

  • Quitar la rejilla de pelusas acumuladas de la secadora
  • Como hemos comentado anteriormente, este es un paso que, normalmente, se suele hacer de manera más habitual y periódica. Es tan sencillo como retirar las pelusas que estaban en el filtro y después limpiarlo, ya sea con agua o con una escobilla, de manera que la rejilla quede totalmente vacía. 

  • Limpiar el compartimento de absorción de pelusas. 
  • El compartimiento de recolección de pelusas, es el espacio que queda libre cuando retiras la rejilla de pelusas. En esta superficie, también pueden quedar restos de pelusas, polvo, partículas… que no han sido captadas por el filtro de pelusas. Es recomendable entonces, con una aspiradora pequeña y que pueda caber en esta cavidad, aspirar la zona o limpiarla introduciendo un trapo. 

  • Lavar el detector de humedad
  • Este sensor es quien informa cuando está seca la ropa. Si no se limpia, podría avisar antes de tiempo y, en consecuencia, no tener la ropa seca completamente. Esto se debe a que podría estar lleno de pelusas, lo que haría que no funcionara correctamente, apagándose antes de que el programa de secado haya terminado, dejando la ropa aún húmeda. 

  • Destapar el cuadro frontal del tambor
  • Este paso, es más arriesgado, ya que se debe hacer de manera más minuciosa para no romper la parte externa del electrodoméstico. Se retira el panel delantero de la lavadora, con un destornillador o una herramienta que pueda ayudarle a quitarlo sin destruirlo, y se irían cogiendo las pelusas que podrían haberse acumulado alrededor. Antes de ponerte manos a la obra, comprobar las instrucciones de la secadora, para saber exactamente cómo se abre este panel, ya que cada secadora se abre de diferente manera. 

    ¿Harto de las pelusas en tu ropa? Te damos la solución para evitarlas y quitarlas.

  • Lavar la ropa a mano 
  • Uno de los beneficios de lavar a mano es que, como la intensidad es mucho más leve que con la lavadora, no se consiguen romper ni hilos ni fibras de la ropa. No es la opción más ecológica, sobre todo para nuestro día a día, pero para alguna prenda que necesita un cuidado especial o puede dañarse en la lavadora, puede ser una buena elección. 

  • Hacer un mantenimiento completo de tu lavadora o secadora
  • Limpiar de manera exhaustiva la lavadora o secadora, realizando un ciclo sin ropa o con una pequeña cantidad de jabón, detergente o vinagre. Gracias a esta buena acción mantendrás tu lavadora sin pelusas y sin suciedad.

  • Ten la ropa en la secadora lo menos posible
  • No tengas la ropa dentro de la secadora durante mucho tiempo, intenta tenerla lo mínimo indispensable y escoge bien el ciclo para el tipo de secado que necesite. 

  • Evitar comprar ropa cuyas telas contengan pelusas o que pueden llegar a desprenderse.   
  • Si una prenda ya tiene pelusas desde su compra, porque su tela es así, como es ejemplo de la lana, ten por seguro que al meterla en la lavadora o secadora, va a incentivar la creación o desprendimiento de pelusas. Por lo que si quieres evitarlas, no compres este tipo de artículos o no los laves a máquina. 

  • Precaución cuando laves la ropa en la lavadora 
  • Separar las prendas dependiendo de su tipo y su color: a la hora de hacer la colada, divida la ropa de color y la blanca. Separarla por colores evitará el desprendimiento de pelusas. 

    Conocer qué tipo de ropa tienes evitará muchas pelusas, un consejo es mirar en la etiqueta de la prenda o el artículo para saber cuál es su composición. A partir de ahí, debes saber que los algodones generan mucha pelusa, la lana también es una gran causante, franelas, terciopelo… 

    Un consejo es lavarlas de manera individual, aunque tengan muchas el mismo color, es mejor siempre separarlas de aquellas que generan menor cantidad de pelusas. Otro consejo, es dar la vuelta a la ropa, eso evitará un contacto tan directo con el agua, el detergente, el suavizante… que siempre afectan a la salud de tus prendas, también evitará romper las costuras y el desprendimiento de hilos de la ropa, ¡te librarás de tener que comprar una máquina de coser! 

  • Echar a lavar la ropa menos frecuentemente 
  • A muchos les dolerá leer esto, pero si quieres evitar el envejecimiento de tu ropa, muchas veces deberás hacer esto. Todo lo que no laves tu ropa, es vida útil para ella; por ejemplo, el vaquero que solo te has puesto una vez y no te has manchado, puedes reutilizarlo y ponértelo sin haberlo lavado antes. Por otro lado, evidentemente la ropa que esté muy sucia o verdaderamente necesite ser lavada, no dudes échala al tambor, todo es cuestión de sentido común. Pero recuerda, un lavado corto o para “ropa delicada” servirá para eliminar la suciedad de esa prenda con pelusa y, de esa manera, no desprenderá mucha cantidad de ellas.

    Usar de manera correcta tu secadora nunca fue tan fácil.

    • Usa suavizante en seco como toallitas secas de suavizante, esto hará que tu ropa tenga un olor a limpio más potenciado y más duradero y además dejará tu ropa menos arrugada después del ciclo de secado.
    • Ordena y distribuye la ropa por peso. Las más pesadas deberán ir con menos ropa, o incluso solas, ya que tardan más en secarse y las ligeras podrán ir con mayores cantidades y su tiempo de secado será más corto. 
    • No introduzcas artículos que tengan goma o plástico. Las altas temperaturas que alcanza y la fuerza electrónica de la secadora podrían fundir o prender ese artículo. 

    Haz de tu ciclo de secado un proceso más eficiente y ecológico

    Un pequeño gesto, podrá reducir tu recibo de energía. 

    • Tender la ropa al aire libre. No se necesita acudir a la tecnología para solucionar el problema de secar la ropa, gracias al aire y al sol esto queda solucionado.
    • ¡Secar, secar y volver a secar! Esto es un error, no es recomendable secar la ropa hasta dejarla. Muchos electrodomésticos a día de hoy como lavavajillas y hornos, tienen diferentes sensores que controlan los diferentes niveles de humedad o temperatura, la secadora es uno de ellos también, por lo que tenerlo en cuenta a la hora de realizar tu ciclo de secado, te ayudará a no secar de más tu ropa, ya que eso consume más energía (los períodos de secado más fuertes, suelen durar más tiempo y con ello, consumen más energía) y a cuidarla, puesto que el abuso de secado arruga, encoge y deteriora tu ropa. 
    • ¡Líbrate de un paso! Muchas veces pensamos que llenando más la secadora, evitaremos hacer más ciclos de secado pero eso no es así, ya que la ropa tiene que girar suelta para poderse secar bien, de lo contrario, pueden generarse nudos y enrollarse unas con otras, no secándose del todo y produciendo más arrugas; teniendo entonces que planchar.