Los lavavajillas, al igual que el resto de electrodomésticos, tienen un sistema de funcionamiento similar independientemente de la marca lavavajillas que hayamos elegido.

Por norma general, su forma de uso es muy intuitiva: meter las piezas en el interior, llenar los compartimentos de sal, detergente y abrillantador y elegir el programa deseado.

Pero, ¿sabemos hacer una limpieza correcta? Los electrodomésticos necesitan un mantenimiento adecuado para ofrecer sus prestaciones con la misma calidad que el primer día. 

Realizar una limpieza correcta es imprescindible para evitar averías y alargar la vida útil del aparato. Por eso, debes tener en cuenta que un lavavajillas va más allá de meter la vajilla y apretar un botón.

Para hacerte la vida más fácil y conservar la calidad de tu lavavajillas, te contamos todo lo que debes saber para hacer un mantenimiento óptimo en tu lavavajillas.

CONSEJOS PARA REALIZAR UN BUEN MANTENIMIENTO EN TU LAVAVAJILLAS

Debemos tener en cuenta que el lavavajillas es un aparato que se encarga de limpiar y purificar las piezas sobre las que comemos y cocinamos los alimentos. Mantener unas pautas de higiene básicas dentro de este electrodoméstico es imprescindible para evitar que se acumulen gérmenes y bacterias.

Cada vez que utilicemos el lavavajillas es recomendable retirar los restos más grandes de comida que puedan quedar en cada una de las piezas antes de colocarlas dentro. Esto nos permite no utilizar más agua de la necesaria, mantener el interior y el filtro limpios y evitar que se obstruyan las tuberías.

También te aconsejamos dejarlo abierto después de cada uso para que se airee y evitar los malos olores que se producen por la humedad.

El lavavajillas se compone de diferentes elementos que necesitan un cuidado específico para cada uno de ellos. A continuación, te contamos cómo debes utilizar y limpiar cada uno de ellos.

COMPARTIMENTO DETERGENTE

No todos los detergentes realizan la misma limpieza en el lavavajillas. La OCU ha realizado un análisis de 31 marcas de detergente para lavavajillas. Para ello, se ha tenido en cuenta el formato del producto, la claridad de las instrucciones, la calidad y eficiencia del lavado y el secado, la apariencia final de la vajilla, si son ecológicos y el impacto medioambiental que producen. Si tienes dudas sobre qué detergente elegir puedes revisar su listado.

Pero antes, es importante que sepas que el efecto del detergente va a depender tanto del tipo de producto como del programa de lavado

Los detergentes que puedes encontrar en el mercado pueden ser en pastilla, gel o polvo. Normalmente, el más utilizado es el detergente en pastilla, ya que es más cómodo y la cantidad se adapta a un programa de lavado normal. Mientras que con un detergente en gel o en polvo podemos utilizar más producto del necesario o quedarnos cortos para un lavado completo.

Sin embargo, si utilizas un programa rápido, no te recomendamos el detergente en forma de pastilla. Estos programas utilizan temperaturas menores y puede que la pastilla no se disuelva del todo.

COMPARTIMENTO SAL

Según un estudio realizado por la OCU, la dureza del agua no es la misma en todas las zonas de España.

La dureza del agua se refiere al nivel de cal que contiene, siendo más dura cuando mayor sea el nivel de cal

El lavavajillas necesita funcionar con agua blanda que no tenga cal, por ello, el compartimento de la sal tiene la misión de disminuir el nivel de cal que tenga el agua de tu zona, actuando como descalcificador.

Es imprescindible que este depósito esté siempre lleno de sal especial para lavavajillas. De lo contrario, la cal entrará en el lavavajillas, se irá acumulando en el interior y las piezas que introduzcas irán perdiendo brillo tras cada lavado, sobre todo los vasos y copas de cristal.

Dependiendo de la frecuencia con la que utilices el lavavajillas deberás rellenar el depósito más a menudo o no. Haciendo un uso diario lo normal es que lo revises cada dos meses, aunque muchos de estos electrodomésticos, como los lavavajillas de EVVO, cuentan con una luz que se ilumina cuando es necesario rellenar el depósito de la sal.

El proceso que debes seguir para llenar el compartimento de la sal del lavavajillas es muy sencillo:

  1. Quita la bandeja inferior y desenrosca la tapa del depósito de la sal.
  2. Si el lavavajillas es nuevo deberás llenar primero el depósito con agua y después echar la sal con el embudo. Si no es nuevo, únicamente debes llenarlo de sal.
  3. Cierra la tapa y arroja un poco de agua por encima para retirar la sal que haya caído alrededor.

Recuerda que debes utilizar un tipo de sal específica para lavavajillas que puedes encontrar en cualquier supermercado. Nunca utilices sal para cocinar, podrías dañar el aparato.

Conviene hacer una limpieza de este compartimento una o dos veces al año para evitar moho y malos olores que pueden surgir si se ha cerrado mal la tapa y ha entrado un poco de suciedad.

Puedes echar un chorrito de vinagre blanco y frotar con un limpiador de biberón para conseguir retirar toda el agua. Después, aclara con abundante agua rociando directamente sobre el compartimento varias veces para eliminar los restos de vinagre.

También se puede utilizar lejía, pero si queda algún resto se puede transferir a la vajilla.

COMPARTIMENTO ABRILLANTADOR

El abrillantador es el encargado de mantener en buen estado la vajilla, le proporciona un acabado brillante y crea un película que repele el agua facilitando su secado y evitando que queden marcas de agua.

Al igual que ocurre cuando falta sal, en los lavavajillas de EVVO se encenderá una luz que nos avisa cuando hace falta rellenar el depósito del abrillantador.

Muchas marcas de pastillas de detergente aseguran que ya incorporan la cantidad de abrillantador necesario que utiliza cada lavado. Independientemente de esto, el lavavajillas es el encargado de regular la cantidad de abrillantador que se necesita en cada lavado. Para que el lavavajillas haga de una manera correcta su trabajo debes mantener este compartimento siempre lleno

También puedes haber oído que el abrillantador se puede sustituir por vinagre de limpiar. Te recomendamos que utilices el producto recomendado por el fabricante, que normalmente será un abrillantador apto para lavavajillas de uso doméstico.

Para limpiar el compartimento del abrillantador será suficiente con utilizar un trapo húmedo y retirar los restos de producto. Después deberás asegurarte de que vuelves a llenarlo antes de poner en marcha tu lavavajillas.

FILTRO DEL LAVAVAJILLAS

Si utilizas el lavavajillas diariamente, te aconsejamos limpiar el filtro una vez por semana para evitar atascos

Siguiendo estos pasos conseguirás dejar el filtro de tu lavavajillas impoluto:

  1. Quita la bandeja inferior, retira el filtro y lávalo con agua y jabón. Puedes frotar con un cepillo de dientes para hacerlo más fácil y eficiente y añadir un poco de vinagre para que actúe como desinfectante.
  2. Vuelve a colocar el filtro y rocía el suelo del lavavajillas con medio vaso de bicarbonato y medio vaso de vinagre blanco. Al fusionarse los dos productos comenzarán a salir burbujitas. Los dejamos actuar durante 10 minutos.
  3. Pasado este tiempo, ponemos en marcha el lavavajillas a máxima temperatura en el programa más corto que tenga.

Repitiendo este proceso cada semana notarás como tu vajilla sale más limpia.

BRAZOS DEL LAVAVAJILLAS

Los brazos del lavavajillas cuentan con unos pequeños agujeritos por los que expulsan el agua. Estos agujeros pueden acumular restos de comida y obstruirse, impidiendo que el agua llegue a todas las partes del lavavajillas por igual o transmitiendo la suciedad de unos lavados a otros.

Lo normal es realizar una limpieza de estos elementos cada 6 meses. Para ello, puedes sacarlos y limpiarlos con agua y jabón, insistiendo con un palillo en cada uno de los agujeritos para asegurarnos de que están libres de suciedad y cal.

Una vez realizada la limpieza, asegúrate de colocarlo correctamente para evitar que se suelte mientras el lavavajillas esté en funcionamiento.

TRUCOS PARA LIMPIAR LA CUBA DEL LAVAVAJILLAS

Para mantener limpia la cuba de tu lavavajillas sin miedo a que queden restos de productos químicos que puedan contaminar tu vajilla, puedes poner en práctica estos sencillos trucos con productos que no son tóxicos para la salud.

PROGRAMA INTENSIVO Y DETERGENTE

Utiliza el programa de mayor temperatura para mantener limpio tu lavavajillas y evitar malos olores, en el caso de los lavavajillas EVVO el programa intensivo, añadir detergente para lavavajillas y ponerlo en marcha sin carga dentro.

Repite este proceso cada uno o dos meses y verás como no se acumula el mal olor en tu lavavajillas.

VINAGRE BLANCO

Si prefieres optar por un producto que es ecológico y a la vez tiene propiedades desinfectantes, puedes utilizar vinagre blanco para higienizar tu lavavajillas.

Con el lavavajillas vacío pon en marcha un programa largo a máxima temperatura sin echar el producto. A mitad del programa, cuando el lavavajillas haya cargado toda el agua puedes poner en pausa el programa y añadir el producto.

Para añadir el producto existen diferentes opciones:

  • Verterlo directamente sobre el interior del lavavajillas.
  • Llenar con este producto el compartimento del detergente.
  • Colocar un vaso con vinagre en la bandeja superior.

Puedes elegir la que más te convenga, volver a poner el electrodoméstico en funcionamiento y dejar que termine el ciclo.

BICARBONATO DE SODIO

Si quieres limpiar más a fondo tu lavavajillas, al procedimiento anterior le puedes añadir un lavado adicional a base de bicarbonato de sodio. Este producto es capaz de acabar con los restos de grasa y suciedad más difíciles.

Prepara una mezcla de ¼ de bicarbonato de sodio por ¾ de agua en una taza y esparcela por el suelo y la puerta del lavavajillas. 

En este caso, debes utilizar un programa rápido a máxima temperatura. El bicarbonato de sodio es un producto abrasivo y mantenerlo dentro del lavavajillas más tiempo del necesario puede dañar el material del aparato. Por eso, sólo recomendamos utilizarlo en caso de que el nivel de suciedad sea extremo, de lo contrario con el vinagre blanco será suficiente.


Además, si notas que tu electrodoméstico desprende un olor desagradable puedes aplicar estos valiosos trucos para acabar con el mal olor del lavavajillas.

APRENDE A COLOCAR LOS PLATOS Y CUBIERTOS EN EL LAVAVAJILLAS

Para aprovechar todo el espacio de tu lavavajillas y conseguir que el agua y el detergente lleguen a todas las zonas por igual, se debe seguir un orden a la hora de colocar las piezas

Si no colocas bien la vajilla puede que los brazos aspersores no giren bien y tu vajilla no salga del todo limpia. Antes de cerrar la puerta asegúrate de que todas las aspas tienen libertad de movimiento y nada les obstruye el paso.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS DIFERENTES BANDEJAS DEL LAVAVAJILLAS?

En la bandeja superior se colocan los vasos, copas, tazas y cuencos pequeños. Es importante dejar un espacio entre ellos para evitar que se rayen, sobre todo los vasos, copas y recipientes de cristal.

Los recipientes de cristal también deben colocarse en la bandeja superior, ya que el calor es menos intenso y de esta manera se evita que se deformen.

En los extremos de la bandeja superior hay unas pequeñas bandejas en las que se colocan las piezas de cubertería más grandes que no caben en el cesto, como cucharones y espumaderas.

Los platos se colocan siempre en la bandeja de abajo, utilizando las rejillas especiales para colocarlos en posición vertical. Para que el agua llegue a todas las partes del plato te recomendamos intercalar los diferentes tamaños.

Los cuencos, ollas y demás piezas grandes deben ir también en la bandeja inferior colocados boca abajo, para evitar encontrarlos llenos de agua sucia al finalizar el ciclo.

No debes apilar unos encima de otros, de esta manera se produce el llamado “efecto paraguas” que impide que el agua y el detergente alcance todos los utensilios.

La bandeja inferior suele añadir una cesta en la que se colocan los cubiertos. Conviene mezclar cucharas, tenedores y cuchillos y colocarlos con el mango hacia abajo para que la limpieza sea más óptima. Algunos lavavajillas, como los modelos de las series D3 y D4 de EVVO, incluyen una tercera bandeja para los cubiertos que permite lavar más a fondo una cantidad mayor de cubiertos.

De todas maneras, siempre es conveniente revisar el manual para ver cuales son las indicaciones del fabricante a la hora de distribuir todos los elementos dentro del lavavajillas, ya que en algunos casos conviene colocar los elementos grandes arriba.

¿QUÉ PIEZAS NO SE PUEDEN METER EN EL LAVAVAJILLAS?

También es importante tener en cuenta las piezas que nunca debes meter en el lavavajillas para evitar dañarlas.

Hoy en día es raro encontrar piezas que no se puedan meter en el lavavajillas, pero siempre puedes mirar su etiqueta antes de comprarlos y comprobar que cuentan con el símbolo de “apto para lavavajillas”


Algunos de los productos que no conviene meter en el lavavajillas son:

  • Recipientes de plástico que no soporten temperaturas elevadas
  • Piezas de madera
  • Recipientes de cobre o estaño sin esmaltar
  • Piezas antiguas
  • Cubertería de plata
  • Utensilios de alpaca

Seguir estas pautas de limpieza te robará menos tiempo que fregar los platos a mano. No hace falta seguir los tiempos a rajatabla, pero sí conviene hacerlo a menudo si queremos que nuestro lavavajillas realice bien su trabajo.

Si todavía no te has decidido a comprar un lavavajillas, en este post te contamos cuánta agua puedes ahorrar utilizando el lavavajillas (meter enlace cuando lo revise Carlos). Echa un vistazo a los lavavajillas de EVVO y descubre todo lo que puedes ahorrar en tus facturas de luz y agua. Además, sus innovadoras soluciones ayudan a conservar mejor el estado original de tu vajilla y minimizan el riesgo de que se dañe.