La contaminación lumínica es la dispersión de la luz procedente de fuentes luminosas artificiales que provoca un aumento del brillo del cielo nocturno. Generalmente, la contaminación lumínica está causada por una iluminación de mala calidad, que reduce la visibilidad del cielo y las estrellas.

La principal causa de este tipo de contaminación es el uso incorrecto de la iluminación artificial. La mayoría de las farolas están mal diseñadas para emitir su luz hacia el cielo. Como tienen que iluminar el suelo, se necesita una potencia muy elevada para que llegue al suelo, lo que significa que se desperdicia mucha luz en otros lugares.

¿Qué es la contaminación lumínica?

Cuando hablamos de contaminación lumínica , debemos tener en cuenta dos aspectos. Primero, la contaminación lumínica es la causada por las emisiones de luz procedentes de fuentes artificiales de alta intensidad.

Segundo, la contaminación lumínica es el resplandor del cielo nocturno causado por una iluminación ineficiente, en lugar de dirigir la luz hacia el suelo, se emite hacia el cielo.

En otras palabras, la contaminación lumínica es la emisión de luz artificial provocada por el uso inadecuado de sistemas de alumbrado como reflectores o bombillas de alta potencia.

Sin embargo, también esta contaminación puede ser producida a baja escala, es decir, que al momento del uso innecesario de luz en nuestra vida cotidiana puede ser visto como contaminación lumínica, por ejemplo, cuando dejamos un bombillo encendido día y noche.

Consecuencias de la contaminación lumínica

  • Al dirigir la luz hacia el cielo, se desperdicia energía, por lo que se necesita más energía para alcanzar la iluminancia requerida.
  • Se crea deslumbramiento , que es peligroso para los automovilistas y perjudica la seguridad vial.
  • Se obstaculiza el tráfico aéreo y marítimo.
  • La generación de este exceso de energía produce residuos perjudiciales para el medio ambiente, como dióxido de carbono o sustancias radiactivas.
  • Los ciclos biológicos de algunos animales y plantas, especialmente las aves, se ven alterados, lo que provoca desorientación y cambios en sus ciclos biológicos. Los patrones de sueño de las personas también se ven alterados al entrar la luz artificial en los hogares.
  • El patrimonio cultural y científico se pierde al desaparecer el cielo estrellado. La UNESCO declaró el cielo estrellado Patrimonio de la Humanidad en 2008.
  • La contaminación lumínica es también una amenaza creciente para la flora y la fauna. A pesar de su buena reputación, el LED (diodo emisor de luz) es la luz más contaminante debido a su bajo consumo. Este tipo de iluminación puede duplicar la contaminación del cielo nocturno y su uso tiene un impacto negativo en la biodiversidad.
  • El exceso de iluminación nocturna afecta a los insectos y a muchas otras especies animales como los murciélagos y las tortugas marinas; altera sus relojes internos y altera sus hábitos de alimentación y reproducción. Las aves se ven especialmente afectadas por este exceso de luz y ruido, ya que las perturba en sus migraciones.

¿Cómo se produce esta contaminación lumínica?

Como ya se ha mencionado, este tipo de contaminación se debe a la luz artificial que ilumina el cielo.

  • Farolas y luminarias mal diseñadas que emiten luz hacia el cielo, como farolas esféricas o farolas que no están bien apantalladas o no tienen sombra.
  • Consumo excesivo de electricidad en el alumbrado artificial.
  • Horarios de iluminación artificial ineficientes.
  • Una buena iluminación es una iluminación eficiente que dirige la luz hacia el suelo y los laterales. Esta iluminación no produce deslumbramiento y es uniforme. Por el contrario, una iluminación deficiente es una iluminación ineficiente que dirige gran parte de la luz hacia el cielo y produce deslumbramiento.

¿Cómo se mide la contaminación a causa de la luz?

La potencia luminosa se mide en magnitudes entre segundos de arco2 (mag/segundos de arco2). En una noche muy oscura, por ejemplo, es como máximo de 22 mag/arcseg2.

Cuando el cielo está iluminado por la luz de la Luna, es de 18 mag/arcseg2. En las zonas donde se concentra la población, puede ser de 17, es decir, 100 veces más brillante. Imagine las consecuencias de dormir bajo una luz 100 veces más brillante de lo que debería.

Causas de la contaminación lumínica

La principal causa de este tipo de contaminación es el mal uso de la luz artificial. Pero, ¿en qué consiste ésta? La mayoría de las farolas están diseñadas para emitir su luz hacia arriba, es decir, hacia el cielo.

Por ejemplo, las farolas redondas que parecen una bola de luz. Sin embargo, como la luz se necesita a ras de suelo, se necesita más energía para iluminar esta zona, lo que supone un derroche de energía.

Sin embargo, el mal apantallamiento del alumbrado exterior no es la única causa. Otras fuentes con una intensidad luminosa muy elevada ( sobreiluminación ) también contribuyen a la contaminación lumínica:

  • Proyectores o pistolas láser.
  • Iluminación excesiva con fines publicitarios.
  • La falta de un horario eficaz de apagado y encendido, ya que en muchos casos la iluminación no es necesaria para las actividades previstas en la zona.

Es importante recordar que las consecuencias de la contaminación lumínica no sólo afectan a la zona donde se genera, como grandes núcleos urbanos, zonas comerciales, polígonos industriales, carreteras y vías de transporte, etc., sino que sus efectos se propagan por la atmósfera, dejando sus huellas a muchos kilómetros de distancia de donde se originan.

¿Cuál es la relación entre la contaminación lumínica y el cambio climático?

Un exceso de luz emitida a la atmósfera tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y el cambio climático. Para generar toda esta electricidad se necesitan, entre otras cosas, centrales eléctricas, líneas de alta tensión y transformadores.

Los efectos de este derroche de energía aceleran considerablemente el cambio climático, ya que los procesos para generar toda esta energía liberan toneladas de CO2 a la atmósfera y, por tanto, afectan negativamente al medio ambiente de nuestro planeta.

Efectos económicos

Dos son los aspectos en los que se centra esta problemática: La energía y el tratamiento de residuos.

  • La energía : La contaminación lumínica tiene un impacto directo en el consumo de electricidad, que representa una parte importante de los gastos corrientes de los municipios. Cabe señalar que en algunos países el consumo de energía para el alumbrado público se contabiliza a través de los impuestos municipales que los ciudadanos pagan directamente a los ayuntamientos.
  • Recogida y tratamiento de residuos : La gestión de los residuos del alumbrado público ocasiona elevados costes a los ayuntamientos en los presupuestos municipales.

Como podemos ver, el efecto a nivel económico también puede afectar, siendo otro aspecto a tomar muy en cuenta al momento del mal uso de los sistemas de iluminación. Tendiendo así un aumento excesivo en los impuestos.

En ese sentido, los países con mayor desarrollo suelen instalar equipos de gran calidad para evitar este tipo de contaminación, y así ahorrar más gasto y por supuesto evitar la contaminación lumínica.

¿Qué medidas se pueden tomar contra la contaminación lumínica?

Es importante tomar en cuenta las siguientes medidas:

  • Sustituye las lámparas de vapor de mercurio por las de vapor de sodio , que emiten una luz anaranjada, ya que contaminan menos el medio ambiente y además consumen menos energía.
  • Ilumina sólo las áreas y zonas que lo necesiten , siempre de arriba abajo, sin que la luz se derrame a otras zonas.
  • Sea más responsable con la iluminación de monumentos , fachadas de edificios y vallas publicitarias, manteniendo esta iluminación encendida unas horas en lugar de todo el tiempo.
  • Utilice farolas y luminarias equipadas con persianas que impidan que la luz se dirija hacia arriba.
  • Coloca las farolas de forma que no haya obstáculos y su luz ilumine correctamente las calles, caminos y aceras.
  • Sensores de movimiento para que las farolas sólo se enciendan cuando haya peatones y no estén encendidas constantemente.
  • Cumpla las recomendaciones internacionales sobre los niveles adecuados de iluminación.
  • Prohibir fuentes de luz como cañones de luz o láseres que envíen luz directamente al cielo.
  • Adoptar una legislación regional que regule el alumbrado para evitar este tipo de contaminación, teniendo en cuenta la eficiencia y el ahorro energético.
  • Uso de luminarias apantalladas que dirijan la luz hacia abajo y limiten su emisión por encima de la horizontal o hacia el interior de las viviendas.
  • Prohibición de cañones y proyectores láser que dirijan la luz hacia el cielo.
  • Limitación de la iluminación excesivamente brillante , especialmente la luz azul y ultravioleta (longitudes de onda cortas).
  • Utilización de lámparas de bajo consumo y espectralmente puras, preferiblemente de vapor de sodio.
  • Se puede usar la iluminancia mínima requerida. Ajustar la iluminancia a criterios científicos y recomendaciones de organismos como la Comisión Internacional de Iluminación.
  • Atenuar o reducir gradualmente la cantidad de luz del alumbrado público durante la noche, del mismo modo que se atenúa la luz solar durante el atardecer.
  • En nuestros hogares, no debemos utilizar teléfonos móviles ni otros dispositivos electrónicos que emitan luz azul antes de acostarnos, y no debemos dormir con las luces encendidas o con manchas de luz.
  • Apagar el alumbrado público por la noche e iluminar sólo las zonas que lo necesiten.

Soluciones para la contaminación lumínica

Puesto que la causa es puramente humana, la solución también está en manos del hombre, y hay soluciones sencillas que pueden ayudar a reducirla de forma muy eficaz sin renunciar a caminar por calles iluminadas durante las horas en que no hay luz natural.

Sentido común

La primera pregunta que hay que hacerse es si la luz artificial es necesaria en un lugar concreto. En muchos casos, la iluminación no es necesaria, por lo que debe apagarse cuando la luz natural del exterior sea suficiente.

En muchos edificios públicos, la iluminación permanece encendida durante toda la jornada laboral, aunque la luz del exterior sea más que suficiente para desarrollar una actividad. Esto podría ahorrar hasta un 90 % de la energía consumida.

Bombillas eficientes

En cuanto a la iluminación, es necesario utilizar bombillas de menor intensidad luminosa que iluminen eficazmente las ciudades. Esto ayudará a mejorar las emisiones de luz al cielo y a reducir el consumo.

Para evitar proyectar la luz hacia el cielo, lo ideal es que las farolas estén equipadas con un sistema que permita dirigir la luz hacia donde realmente se necesita: el suelo y las paredes.

En este caso, muchas ciudades ya han optado por renovar sus sistemas de alumbrado urbano utilizando farolas con paneles capaces de reflejar la luz y proyectarla hacia el lugar adecuado para que no se escape hacia el cielo.

Iniciativas en favor de un ambiente lumínico saludable

Con el apoyo de la Unesco, en 2007 se proclamó la “Declaración para la Protección del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas” (Declaración de La Palma o Declaración Starlight). Posteriormente, la “Iluminación nocturna respetuosa para la Comunidad de Madrid”, declarada LPI (Light Pollution Initiative) por el proyecto europeo Stars4All, reclamaba la adopción de una normativa regional sobre contaminación lumínica.

Siguiendo el mismo principio y con el lema “La noche es necesaria”, la iniciativa Slowlight aboga por un alumbrado público sostenible.

Su objetivo: un mejor medio ambiente a través de la luz mediante la creación de espacios nocturnos armoniosos en los que la noche sea la protagonista.

Otros proyectos o asociaciones promovidos por ciudadanos y ayuntamientos también piden a los municipios que reduzcan sus emisiones de luz. De este modo, no sólo se recuperarán los paisajes nocturnos, se fomentará la observación de las estrellas y mejorará nuestra salud y la de los ecosistemas, sino que también se podría ahorrar entre un 25 y un 75 % del consumo energético y, por tanto, de la factura de la luz.

La contaminación lumínica es uno de los problemas ambientales más ignorados. Sin embargo, puede tener consecuencias muy negativas para la salud, como trastornos del sueño, fatiga y estrés.

En conclusión, este tipo de contaminación conlleva varios problemas relacionados con el mal uso de la luz artificial , ya que la luz se proyecta en el cielo nocturno y su brillo aumenta debido a las propiedades de reflexión y refracción de la luz al atravesar las partículas de la atmósfera.

También hay que tener en cuenta que los efectos de este tipo de contaminación no sólo afectan al lugar donde se genera, sino que se propagan por toda la atmósfera, afectando a lugares situados a kilómetros de distancia de la fuente.