Descubres cuáles son las ventajas de las secadoras, ya que lavar nuestras prendas es una de esas tareas que difícilmente podremos evitar a lo largo de nuestra vida. Todos tenemos prendas que usamos diariamente y que, con el paso del tiempo, necesitan de lavarse para quitar toda la suciedad y las bacterias que, de forma inevitable, se van acumulando en ellas. Esto no solo nos dará una mejor imagen de cara al público, también nos permitirá estar más sanos.

Ahora bien, lavar la ropa significa que esta va a mojarse y, por tanto, vamos a necesitar secarla. Si bien muchas personas siguen recurriendo al clásico tendero bajo el Sol; las secadoras se han ido convirtiendo en una alternativa más que viable para ese método tradicional.

¿Qué tipos de secadoras existen?

Es común que a la hora de adquirir una secadora nos podamos sentir un poco abrumados por la gran cantidad de modelos que nos encontraremos en el mercado.

La realidad es que, a pesar de que estamos hablando de un sector muy nutrido, donde la competencia ha permitido desarrollar mejores secadoras, al final del día, debemos tener en cuenta que toda esa cantidad de modelos puede resumirse en los tipos que vamos a comentar justo ahora.

Secadoras de condensación

Estas son un tipo de secadoras que para funcionar solo necesitan de un circuito interno cerrado. Esto quiere decir que solo hará falta de un enchufe para permitirnos disfrutar de todas sus funciones.

Secadoras de evaporación

Este tipo de secadoras son, en esencia, el modelo más tradicional que podremos encontrar ahí fuera. Este tipo de secadoras se caracteriza por hacer uso del aire del exterior, calentarlo (usualmente por medio de unas resistencias eléctricas), expulsarlo y permitir llevar a cabo el proceso de secado.

De todos los tipos que existen, las secadoras de evaporación son las más económicas que podremos encontrarnos en el mercado. También debemos añadir que son las menos eficientes, por lo que nuestro gasto energético puede llegar a incrementarse bastante.

Secadoras que hacen uso de una bomba de calor

Así como las secadoras de evaporación son el modelo más tradicional que podemos encontrarnos, las secadoras de bomba de calor son el modelo más avanzado que encontraremos en el mercado. En esencia, este tipo de secadoras se valen de las llamadas bombas de calor para generar el aire caliente que luego podrá secar nuestra ropa.

De todos los modelos, este tipo de secadoras son con diferencia las más eficientes del mercado. Debemos añadir que también pueden llegar a ser las más costosas, pero cuentan con la ventaja de poder instalarse en prácticamente cualquier sitio. También son secadoras muy silenciosas.

Ventajas que encontraremos a la hora de hacer uso de nuestra secadora

A la hora de hacer uso de una secadora, muchas personas solo se quedan con el hecho de que nos permiten secar nuestras prendas. Sin embargo, las secadoras (especialmente las modernas) han ido evolucionando para adaptarse a las necesidades del mundo moderno, lo que significa que, si bien nos permitirán secar nuestra ropa, también podrán ser capaces de aportar una serie de beneficios adicionales más que interesantes.

A continuación, vamos a comentar las ventajas más importantes relacionadas con las secadoras.

Ahorrar tiempo al momento de hacer la colada.

En la actualidad, muchas personas pueden estar completamente absorbidas por sus responsabilidades laborales. Esto significa que difícilmente tendremos ocasione para hacer algo más que no sea estar al tanto de lo que ocurre con nuestro trabajo.

Como es normal, muchas veces este tipo de vida hace que nos olvidemos de ciertas tareas domésticas. Una tarea en concreto que muchas personas encuentran profundamente tediosa de realizar es la colada; entre otras cosas, consume una buena cantidad de tiempo.

Si nuestra vida es muy ajetreada, no podemos darnos el lujo de estar pendiendo nuestro tiempo en la colada. Es aquí cuando no solo las lavadoras, sino también las secadoras entren en juego para salvar nuestras vidas.

Por medio de una secadora podemos olvidarnos del tedioso proceso de, primero que nada, encontrar una zona al aire libre que nos permita colocar nuestras prendas para que reciban luz del Sol y, segundo, de tener que precisamente colocar la ropa en el sitio y asegurarnos de que el viento o alguna otra cosa no nos la estropee.

Por el medio de una secadora podremos ser capaces de simplemente colocar la ropa en el sitio y dejar que esta lleve a cabo todo el proceso de secado.

Por otro lado, también podremos disfrutar de diferentes tipos de programaciones que no solo se encargaran de secar nuestra ropa, también nos permitirán lidiar con diferentes tipos de prendas para asegurarnos de que estas no sufran ningún tipo de daño en todo el proceso de secado.

Nos olvidamos de las preocupaciones relacionadas con el clima

Como no es difícil darse cuenta, depender del clima puede ser un arma de doble filo. Muchas veces, podremos estar en presencia de un Sol en su máximo esplendor, con prácticamente ninguna nube a su alrededor y, de la nada, un diluvio como nunca antes visto.

El clima es bastante impredecible, lo que hace que pueda llegar a volverse un problema en el caso de que queramos utilizarlo para, en este caso, poner a secar nuestras prendas luego de que la lavadora se haya encargado de limpiarlas. Y debemos dejar clara una cosa: la lluvia no es el único problema.

Si, la lluvia quizás es el factor más problemático a la hora de secar las prendas en el exterior, pero es que la acumulación de humedad en el ambiente también nos puede jugar una mala pasada. De hecho, sin ir más lejos, un día con muchas nubes puede, fácilmente, hacer que nos abstengamos a lavar nuestra ropa por medio a no tener un sitio seguro en donde secarla.

Es aquí cuando las secadoras cobran un gran valor pues, por el precio de ocupar un espacio no tan significativo dentro de nuestras casas, podremos contar con la ventaja de no tener que preocuparnos de nada que tenga que ver con el clima.

Por medio de una secadora podremos asegurarnos de que nuestras prendas queden completamente secas, no importa la época del año o las condiciones climáticas.

Es más, muchas secadoras cuentan con la opción de poder programar los ciclos de secados. Esto quiere decir que, en algunos casos, ni siquiera tendremos que preocuparnos por la hora del día para llevar a cabo el secado de nuestra ropa.

La ropa no necesariamente es maltratada dentro de la secadora.

Muchas personas creen que dejar la ropa al aire libre para que se seque con el sol permite que esta se conserve por mucho más tiempo. La realidad, como siempre, es más complicada.

En el momento en que colocamos nuestras prendas a la intemperie, haremos que estas se encuentren expuestas a los rayos ultravioleta que provienen del sol. Estos impactarán en la ropa y, poco a poco, comenzar a deteriorar las fibras. De hecho, el color es una de las primeras cosas que se pierden en la ropa debido a la constate exposición al sol.

Por otro lado, la humedad de los meses más fríos (a pesar de que el sol se encuentre en lo más alto) puede llegar a hacer que la ropa tarde mucho más en secarse (incluso puede terminar teniendo más olor). Las bajas temperaturas también pueden generar cierto efecto de congelación en la ropa, lo que de manera inevitable hace que se dañen las fibras de esta.

Esto nos lleva a hacer uso de la secadora como método para preservar mucho más la ropa. Tengamos en cuenta que, hoy en día, las secadoras cuenten con una gran variedad de programas que permiten ajustar el ciclo de secado en función de las prendas que hayamos colocado dentro. Esto quiere decir que podremos colocar sin ningún problema las prendas más delicadas, sin preocuparnos de que se estiren demasiado o se dañen de forma irremediable.

Podremos evitar los molestos tendederos dentro de nuestra casa

Uno de los problemas relacionados con los climas de lluvia es que no permiten que podamos hacer uso de nuestro tendedero para secar las prendas recién lavadas. Esto nos lleva a tener que hacer uso de los espacios dentro de nuestro hogar para tratar de que nuestra ropa seque.

Este tipo de situaciones pueden resultar bastante problemáticas pues, entre otras cosas, los tenderos no son precisamente pequeños; suelen ocupar una buena cantidad de espacio, limitando considerablemente nuestra movilidad.

Como si esto no fuera suficiente, los tenderos pueden llegar a ser un poco peligrosos si nos encontramos en una casa donde haya mascotas o niños pequeños.

La mejor manera de evitar todos estos problemas es haciendo uso de una secadora que, además de ser una herramienta muy práctica y que realmente no ocupa espacio en nuestro hogar, también nos permite proteger nuestras prendas de suciedades que suelen encontrar en el aire en caso de que se encuentren en la intemperie.

Nos podemos asegurar una mejor protección para los tejidos de nuestras prendas

Como hemos mencionado en uno de los anteriores, muchas personas creen que las secadoras son un problema muy grande en caso de que contemos con prendas de una tela muy delicada. Veamos, esta es una idea que resulto ser verdadera hace unos cuantos años.

Antes, las secadoras eran maquinas que no trataban especialmente bien a la ropa que colocábamos dentro.

Realmente no había una diferenciación entre los tejidos, por lo que, si bien algunas prendas quedaban muy secas y como nuevas, otras tendían a dañarse debido a la brusquedad asociada al proceso de secado.

Sin embargo, como hemos comentado, esto es una idea que pertenece al pasado pues, en la actualidad, las cosas son diferentes.

Hoy en día las secadoras cuentan con una diversa cantidad de programaciones que, precisamente, buscan darnos la posibilidad de adaptar la secadora al tipo de tejido que estemos colocando en su interior.

De esta manera, no tendremos que preocuparnos de la ropa más delicada pues, muy probablemente, nuestra secadora tendrá consigo una función que se hará cargo de esto y nos asegurara de que la prenda quede seca y sin ningún tipo de daño.

Los cambios en la velocidad a la que se realiza el trabajo dentro de la secadora o la temperatura a la que es expuesta la ropa o los movimientos del tambor son algunos de los cambios que suele llevar a cabo la secadora para poder lidiar con las prendas que tengamos que secar.

Las secadoras suelen ser muy sostenibles y eficientes.

Antes hemos mencionado que la idea de que las secadoras son dañinas para las prendas delicadas venia, principalmente, de los modelos más antiguos de secadoras que, de hecho, trataban bastante mal a según qué tipo de tejidos.

Otra de las ideas provenientes de esas épocas pasadas es el hecho de que las secadoras pueden llegar a consumir una gran cantidad de energía.

Esto tiene el inconveniente de que nuestra factura de luz a final de mes se vea muy incrementada debido a los constantes usos de este aparato.

La realidad es que, de nuevo, si bien es cierto que los modelos antiguos podían ser grandes consumidores de energía, en la actualidad las secadoras son capaces de ser increíblemente eficientes.

Para que nos hagamos una idea, una secadora promedio puede llegar a consumir una cantidad cercana a los 200 kWh al año, lo que no supone un aumento considerable en lo que respecta al monto de la factura de la luz.

Como es evidente, un detalle importante aquí es el uso que le pensamos dar a nuestra secadora. Si bien hemos dicho que los modelos de la actualidad son eficientes y no consumen tanta energía, al final del día, si le damos un uso excesivo a la secadora terminaremos aumentado de forma considerable nuestra factura de luz.

Esto incluye control muy bien los ciclos de secado, colocar una cantidad correcta de prendas dentro, etc. Es más, algunas secadoras modernas traen consigo un programa conocido como ECO que, precisamente, ha sido diseñado para permitirnos ser capaces de conseguir un ahorro extra de energía.