Es natural que la mayoría de las amas y amos de casa se preocupen por mantener su casa y su ropa en perfecto estado de limpieza, es por eso que les vamos a regalar un post explicándoles sobre cómo usar amoníaco para lavar la ropa.

Muchas personas son escépticas con respecto al uso de amoníaco para lavar la ropa, y solo, lo tienen relegado para desmanchar las pocetas o machas de óxido en el piso.

Ciertamente que el olor es bastante penetrante y algunas personas, sobre todo las que son alérgicas a los olores fuertes, pueden sentirse incómodas ante la presencia de este producto.

No obstante, vamos a contarte cómo puedes lidiar con esta limitante para que no dejes de utilizarlo, sobre todo cuando de sacar algunas manchas rebeldes, se trata.

En primer lugar, te advertimos que debes utilizarlo con guantes para evitar que te cause irritación en la piel, en los ojos y en la nariz.

Luego como quiera que en algunas personas puede causar irritación en los ojos, en la garganta y en las vías respiratorias en general, debes utilizarlo con uso de mascarilla y en lugares bien ventilados para que no se acumulen gases.

Jamás mezcles el amoníaco con legía o cloro, esto produce un gas llamado cloramina que es bastante tóxico y puede ocasionarte hasta un desmayo.

Si utilizas el amoníaco acatando todas las precauciones que te hemos aconsejado, no debes tener ningún tipo de problemas para sacar manchas de huevo, de mostaza, y de salsas.

La mejor manera de utilizarlo, es diluyéndolo con agua a un 50 % y con un trapo muy limpio frotar directamente sobre la mancha; si aun así la mancha no sale por completo debes ser más agresivo con este tratamiento de tu ropa Vs amoníaco.

¿Cómo podemos quitar las manchas más fuertes con el uso del amoníaco?

Si con el procedimiento normal que te hemos indicado para quitar las manchas de amoníaco, no has obtenido aún, un blanco perfecto, no te desesperes, aún no hemos aplicado el plan B con amoníaco, sigue leyendo.

Añade a la mezcla de agua y amoniaco, una ración igual de detergente en polvo, aplícala directamente sobre esa mancha rebelde, frota con un cepillo de diente en forma circular y enjuaga.

Si lo consideras necesario, vuelve a aplicar la mezcla, déjala actuar por 15 minutos y enjuaga nuevamente, ya verás cómo tu ropa queda blanca y limpiecita.

¿Cómo tratar esas prendas más delicadas con amoníaco?

Todos tenemos algunas prendas que no solemos lavar en la lavadora porque son realmente delicadas, casi siempre se trata de la ropa de bebé, la ropa íntima o la ropa delicada de dormir como deshabillés o manteles tejidos muy delicados.

En estos casos, si se han manchado con salsa o cualquier otro tipo de manchas como sangre, café o vino, debemos lavarlas a mano, pero tendremos de todas formas que recurrir a productos fuertes para poder sacarles las manchas.

Para lograr el mejor resultado, debemos poner a remojar esas prendas delicadas en una tina con agua caliente y agregar unas cucharadas de amoníaco, pero ojo, no vayas a echar el amoníaco directamente sobre la ropa.

En estos casos, debes echar el amoníaco antes de echar la prenda delicada y después de remover el agua, entonces coloca la prenda y muévela suavemente, para dejarla en remojo por unas horas, si es posible toda la noche.

Al día siguiente estruja bien la ropa, a mano y enjuaga con suficiente agua limpia y tibia. Este mismo procedimiento lo puedes utilizar para lavar las prendas de lana, tales como mantas, bufandas, escarpines, y suéteres entre otras.

En el caso de las prendas de lana, el amoníaco, actúa muy bien, pero vale la pena hacer un segundo enjuague y en este caso agrega un poco de suavizante de ropa, deja remojar por unos minutos o media hora y ya puedes darle a tu ropa el enjuague final.

Es muy importante que no exprimas la ropa, cuélgala en un gancho de ropa, tal como si fueras a guardarla en el armario y déjala que escurra bien, luego puedes meterla en la secadora por unos minutos y ¡basta!

¿Cómo sacar las manchas de grasa?

Pues bien, si trabajas en un taller de mecánicos o en cualquier lugar donde te expones a manchar tu ropa de grasa, no te preocupes, también el amoniaco es excelente para sacar este tipo de manchas.

Coloca tu ropa en remojo con una taza de amoníaco, déjala unas horas y enjuaga, si la mancha persiste, entonces repite la operación, pero esta vez, frota directamente sobre la mancha con un cepillo empapado en amoníaco y verás que los resultados serán excelentes.

El amoníaco es componente de muchos productos de limpieza industriales por su alto poder para sacar manchas de todo tipo, no solo en la ropa sino en diferentes superficies.

En caso de que se trate de una prenda de algún material en el cual tengas dudas, te aconsejamos hacer una prueba primero en alguna parte no visible, tal vez en un doblez interno, así podrás salir de dudas antes de dañar la prenda.

Cuando vayas a trabajar directamente sobre la prenda, te aconsejamos que coloques debajo una toalla para que absorba el exceso de la mezcla y no dañes la superficie del lugar donde estás restregando.

Usa amoníaco para blanquear los cuellos de las camisas

Así mismo es, para limpiar esos cuellos imposibles de las camisas, el uso del amoníaco es lo más indicado. Puedes probar de entrada con una mezcla de amoníaco con agua a un 50 % y luego cepilla muy bien, para ver los resultados.

Si no estás satisfecho, acelera el proceso agregando un poco de detergente en polvo directamente en el cuello y vuelve a probar con el cepillo y la mezcla de amoníaco con agua al 50 %.

Este mismo procedimiento es válido para las zonas de las mangas de las camisas donde se manchan las axilas con los desodorantes.

Esas toallas que se te humedecen y luego se llenan de moho y mal olor, las puedes poner en una tina con agua y amoníaco para recuperarlas.

Este proceso lo puedes realizar en la lavadora de ropas y le echas el amoníaco en el último enjuague, pero dejándola en remojo por unas cuantas horas o por toda la noche.

¿Cómo limpiar la lavadora con amoníaco?

Una forma de lavar la lavadora y quitarle las manchas a la superficie, pero sobre todo para desincrustar de calcificaciones a todas sus partes internas, es agregando un chorro de amoníaco al agua de la tina y ponerla en funcionamiento.

De esta manera se asegura una buena limpieza interna, aparte de que a las partes mecánicas que comprenden el circuito, como la bomba de agua, la tina, las aspas batidoras y el sistema de centrifugado, les serán removidas esas incrustaciones calcáreas.

Es conveniente mantener alejados a los niños y mascotas del lugar donde está colocada la lavadora mientras se realiza la limpieza de la máquina.

Igualmente se deben abrir las ventanas para tener una buena ventilación, ya que el amoníaco desprende olores y vapores que pueden causar alergias e irritaciones.

Los expertos en la materia recomiendan que, para lograr una buena limpieza a la lavadora en todas sus partes interiores, es colocando la ropa que se va a lavar dentro de la tina, y verter una solución al 50 % de amoníaco mezclado con agua.

De esta manera, se asegura que esta solución recorrerá internamente el circuito durante si proceso de lavado y enjuague de la topa.

También para limpiar las lavadoras existe el truco de agregar vinagre blanco con bicarbonato a la carga de ropa, y poner en funcionamiento la máquina a una velocidad moderada, en estos casos, no debes utilizar el amoníaco.

De esta forma, conseguirás dos efectos ya que tu ropa blanca quedará limpia y libre de olores, amén de que la lavadora se limpiará internamente.

¿Cuáles son los diferentes usos del amoníaco en la limpieza del hogar?

Desde tiempos ancestrales, nuestras abuelas utilizaban el amoníaco como un producto para realizar las mejores y más efectivas faenas de limpieza dentro de sus hogares, tradición que se ha mantenido durante mucho tiempo en una buena cantidad de casas de familia.

El amoníaco es maravilloso para limpiar pisos de baldosas y granito, al igual que los de porcelana y cemento quemado, ya que desaparece todo vestigio de suciedades y alimañas que puedan estar en esas superficies.

La forma práctica de limpiar pisos es muy elemental y sencilla de realizar, ya que solamente te hace falta mezclar una cantidad razonable de amoniaco en un balde con un poco de agua, luego usas la mezcla de la forma acostumbrada para limpiar pisos.

De esta forma notarás de inmediato que tus pisos quedan totalmente relucientes, pero te recomendamos no mezclar el amoníaco con otros limpiadores químicos porque podrías intoxicarte.

El amoníaco también sirve para limpiar cualquier tipo de superficie, así como para limpiar y eliminar manchas de vino, también para sacar manchas de aceite tanto en la ropa como en los pisos, sin dejar de mencionar que a los vidrios los deja relucientes.

Diferentes usos nombres del amoníaco y sus bondades

El amoniaco es un producto químico muy utilizado generalmente en la industria, aunque su mayor uso es el requerido para la producción de fertilizantes, el amoníaco es utilizado muy frecuentemente por las amas de casa para la limpieza y para quitar manchas de la ropa.

Es excelente para arrancar esa cera que queda pegada por las orillas de los pisos, y ni que hablar a la hora de tener que limpiar espejos y los vidrios de las ventanas; obviamente tomando las debidas precauciones.

Para limpiar las baldosas de la cocina y de los baños, así como las mismas piezas del baño como la poceta, el lavamanos y el bidet, este producto es simplemente fantástico.

El amoníaco ataca directamente esas colonias de mohos que se forman, producto de las esporas que se desprenden de los hongos, pero ten cuidado de no aplicarlo sobre madera, porque la daña.

Recuerda no mezclar el amoníaco con otros productos de limpieza, esto podría dar origen a algunos tipos de gases tóxicos.

Lavar las cortinas con amoníaco

Para lavar las cortinas y que queden como nuevas, no hay nada mejor que echar una taza de amoníaco en la lavadora, dejar que bata el agua y luego soltar las cortinas, pero por paños, no metas todas las diferentes piezas de las cortinas en una sola tina.

Para el lavado de cortinas, si estas son muy pesadas, es mejor lavarlas por parte para que tengan suficiente movimiento dentro de la tina de la lavadora y el amoníaco pueda hacer lo suyo.

Recuerda que cuando utilices amoníaco para los textiles, no utilices enjuague de ropa, pues el amoníaco ya deja toda tu ropa suave al tacto y esponjosas las prendas confeccionadas en lana.

El amoníaco como desengrasante

Si no lo sabías, el amoníaco es un potente desengrasante que te ayudará a sacar toda esa mugre que se va acumulando en la cocina, tanto en la estufa como en horno y en el microondas.

Igualmente puedes utilizarlo para sacar de la campana extractora de humo toda la grasa que se pega a su alrededor y lavar los filtros en una tina con una solución de amoníaco y agua al 50 %.

Puedes utilizarlo también para limpiar tu nevera por dentro y por supuesto para la cerámica del piso y de las paredes, hasta los cristales de las ventanas y las lámparas de la cocina que también recogen mucha grasa.

¿Con cuáles productos no se debe mezclar el amoníaco?

Hay productos que definitivamente no se deben mezclar con el amoniaco, si no queremos pasar un mal rato e intoxicarnos. Entre estos productos podemos mencionar el agua oxigenada, el vinagre, el cloro y la lejía.

Sin embargo, si puedes mezclar sin ningún tipo de problemas el amoníaco con otros productos como el agua, el jabón neutro, el alcohol y cualquier desinfectante que no contenga los productos que contengan cloro.